Es evidente la gran necesidad de colocar la atención de los lectores en el magnífico plan de Dios, quien nos deja gráfica y prácticamente muy claro en Las Escrituras, el diseño divino del hogar y su destino de felicidad, de paz, de floreciente extensión; y todo, con solo prestar atención y rendirse en obediencia a sus indicaciones, advertencias y ordenanzas para su grata concreción. Cristo nos otorga una formidable plataforma de extensión de su Evangelio, dando a este pobre y tan arruinado mundo, un ejemplo de la vida que vale la pena vivir, la que se vive dentro del Plan de Dios para el Matrimonio.