En una sociedad pluricultural y pluri-religiosa como la nuestra, cada vez resulta más indispensable el conocimiento de las diversas religiones del mundo. Si nos ignoramos, todos salimos perdiendo. Hay un Todo que transciende la existencia individual, sin que por ello la extinga. Y hay unos complejos simbólico-sociales (las religiones) que las diferentes culturas o comunidades humanas ofrecen para facilitar la vinculación con el Todo, y tan importante es respetar la especificidad del camino que cada tradición propone como percibir la coincidencia estructural de todos ellos.