Se reúnen los viernes por la noche en una casa abandonada junto a la carretera de Weyland, vestidos de blanco.
Debaten sobre la película documental Francesca camina hacia el volcán, que narra el encuentro de su director con la cantante de folk Francesca Apollonia, quien se retiró hace años a vivir sola en el bosque.
Nos han aceptado en sus reuniones. Nos interesa la mutación de la artista ermitaña durante la película, convertida en un ser casi monstruoso. Sin embargo, como estudiantes de Bellas Artes, también nos llama la atención la colección de estatuas plantadas en el jardín de la casa. Son doce faunos de piedra que expresan doce emociones distintas.
Una de ellas se mueve, se agita con discreción mientras hablan de Francesca.
¿Es que nadie más lo ve?