Tratado renacentista de psicología que influyó en Bacon y la psiquiatría del siglo XIX. Entre la medicina y la filosofía. Dedicado a Felipe II y escrito en un lenguaje popular, expone la tesis de que la psicología humana depende de los cuatro elementos de la filosofía antigua (agua, aire, tierra y fuego) y traza los caracteres personales adecuados a cada profesión.